TTLH fue un verdadero reto debido a la envergadura del proyecto. El guion y la forma de rodar de David requerían de una forma de trabajo completamente adaptativa y que ayudara a hacer más ágil el rodaje, que ya era de una complejidad particular. David tenía claro lo que quería y al mismo tiempo estaba abierto a las propuestas de coordinación de intimidad y de los actores. Entre todos fuimos construyendo la intimidad plano a plano, buscando un lenguaje y un ritmo que acompañaran a la narrativa de la serie, que ya de por sí es trepidante.