Empezaron a trabajar de actrices siendo niñas, vivieron un boom fanático durante su adolescencia y ahora, a los veintipico, siguen luchando por lo que creían que era su sueño. Ellas son Joana y Mireia, dos hermanas que intentan encajar su pasado en un presente incierto.
Nuestra participación:
Este fue un proyecto muy especial por lo personal que resultaba para Joana y Mireia, creadoras y protagonistas de esta serie de autoficción. La intención de la intimidad en este proyecto era poder mantener el tono realista de los episodios, integrando la organicidad de los encuentros íntimos (y su crudeza, en ocasiones) en la narrativa. Siempre es un placer trabajar con mujeres creadoras tan jóvenes y con las ideas tan claras, como es el caso no solo de ellas, si no de Bárbara Farré, directora de los capítulos. Estamos muy agradecidas por la confianza que el equipo volcó en nosotras, y estamos imapacientes por que se pueda ver pronto el resultado de este proyecto tan especial.
De repente me di cuenta de lo poco cuidada que me había sentido en un set de rodaje. Como me dijeron el primer día, nadie se cuestionaría el hecho de poner a un especialista para coreografiar una escena de acción para no hacerse daño de verdad, ¿cómo puede ser que no se hiciera lo mismo con las escenas de sexo? Terminé disfrutando mucho y viviendo la escena como si se tratase de una coreografía, sintiéndome cómoda, y en donde todo estaba pactado
Joana Vilapuig
Por fin me di cuenta de que existe una forma de trabajar más segura, donde mi intimidad y mi cuerpo no están al servicio del proyecto.